viernes, 31 de julio de 2009

PINCELADAS SOBRE LA FUNDACION DE TRUJILLO DE VENEZUELA.



Un Hermano de la Orden de San Juan Bautista de la Salle, de origen francés, de nombre LUIS ALFREDO PRATIONG BONICEL, conocido por nosotros como HERMANO NECTARIO MARIA, conjuntamente con Miguel Muñoz de San Pedro y de Paredes (X Conde de Canilleros), escribieron el interesante libro: El Gobernador y Maestre de Campo Diego García de Paredes, fundador de Trujillo de Venezuela.

La obra fue dedicada a la ciudad de Trujillo, con motivo de su Cuatricentenario. Particularmente el Hermano Nectario María, en nota fechada en Sevilla el día 15 de mayo de 1957, hace a los lectores la siguiente aclaratoria:

“ Después de leer el libro El gobernador y maestre de campo Diego García de Paredes, fundador de Trujillo de Venezuela, el lector, a no dudarlo, quedará convencido de que la fundación de Trujillo tuvo lugar en los primeros meses del año de 1558 y podrá tal vez extrañarse de que la celebración del Cuatricentenario de este acontecimiento histórico haya sido fijado al 9 de octubre de 1957.

Creemos, sin embargo, muy acertada la elección de esta fecha por las siguientes razones: por la lectura de dicho libro, es también evidente que Diego García de Paredes recibió la orden de fundar una ciudad en la provincia de los Cuicas en la primera mitad del año 1557 y que desde entonces, estuvo en los preparativos de su expedición. Además, como no se conoce el día exacto, ni el mes preciso de la fundación, la Junta encargada de la celebración del Cuatricentenario podía libremente escoger para la celebración simbólica de este Cuatricentenario cualquier día, incluido en el año transcurrido desde que los Alcaldes del Tocuyo, Gutierre de la Peña y Melchor Grubel encargaron a Diego García de Paredes la fundación de una ciudad en la provincia de los Cuicas y el día en que éste realizó la orden recibida, poblando la Nueva Trujillo.

Por tales motivos, ha sido grande acierto el haber fijado el 9 de octubre de 1957 para la celebración de los festejos conmemorativos de los cuatrocientos años de la fundación de la Ciudad, por ser esta última fecha incluida en el año cuatricentenario y, además, aniversario del día en que los eminentes Patricios trujillanos proclamaron la Independencia de su augusta ciudad. De este modo, se ha estrechamente vinculado el recuerdo de los Fundadores con el de los Próceres de la Patria.

Parecía necesaria esta pequeña explicación para deshacer cualquier crítica que sobre este particular hubiese podido surgir de la lectura de la presente obra”.


Nos sentimos orgullosos de tener en nuestro terruño, a uno de los historiadores más importantes del país: el Dr. MARIO BRICEÑO PEROZO, Individuo de Numero de la Academia Nacional de la Historia, investigador, y por mucho tiempo Director del Archivo General de la Nación.
Don Mario, con gran fundamento y sencillez, nos explica brevemente los detalles de la fundación de nuestra ciudad.

De su obra: HISTORIA DE TRUJILLO. Italgrafica. Caracas.1984, tomamos el siguiente texto:

“España se caracterizó siempre por el celo que puso en que sus capitanes de conquista observasen estrictamente las normas contenidas en la legislación de Castilla y en los estatutos indianos atinentes a la edificación de lugares, villas y ciudades.

Antes de proceder a la edificación era indispensable cumplir las formalidades siguientes: toma de posesión del territorio en nombre de Su Majestad, en esta oportunidad se daba lectura al Requerimiento del Lic. Juan López de Palacios Rubios, tal como lo aprobaron los teólogos y juristas reunidos en Valladolid, en 1513; bajo la lumbre de la espada se sembraba un rollo de madera, en lo que iba a ser el corazón de la urbe, y sobre él daba tres golpes el capitán poblador y declaraba solemnemente su compromiso de poblar y defender la ciudad naciente en nombre del Rey, todo esto habría de constar en el acta fundacional, que suscribía el fundador en presencia de testigos. Luego se delimitaban las manzanas, solares y barrios, se fijaba el sitio para la casa del ayuntamiento, piedra sillar del edificio institucional; la plaza real o mayor, la iglesia, el hospital, la fortaleza, casa real, carnicería publica y alhóndiga. Alguna manzana se reservaba para convento y monasterio; y el terreno quedante se distribuía entre los vecinos para sus fábricas.


Es interesante advertir que la ciudad fundada podía cambiar de sede y hasta de nombre, pero la entidad jurídica nacida de la serie de operaciones a que nos hemos referido, quedaba intacta. En Centro y Sur América muchas de sus ciudades sufrieron diversos traslados, pero esos cambios no constituyeron, a la luz del Derecho y de la Historia, nuevas fundaciones.

Las ciudades de Venezuela no podían escapar de esta circunstancia, tales, entre otras, Cumaná, Mérida, Barinas y Santo Tomás de Guayana; pero la que se lleva la palma en esto de los traslados de sede y mutación de nombre, es, sin duda, Trujillo. La actual ciudad de Nuestra Señora de la Paz de Trujillo, desde 1557 anduvo trashumante por tierras de los cuicas hasta asentarse definitivamente en el valle de la quebrada de “Los Cedros” y del río “Castán”, reducto silencioso de los MUCAS.

Siete veces deambuló Trujillo sobre los recios hombros de los conquistadores, por ello, con todo acierto, desde la misma época de la colonia, nuestra urbe ha recibido el calificativo de CIUDAD PORTATIL.

El primero de los conquistadores que pisa territorio cuicas es el capitán Diego Ruiz de Vallejo, quien el 11 de octubre de 1548, sale del Tocuyo a la cabeza de una expedición organizada por Juan de Villegas, teniente de gobernador, capitán general y alcalde mayor, de la provincia de Venezuela. El Gobernador y Capitán General para entonces lo era el licenciado Juan Pérez de Tolosa, el que se encontraba en Coro para la fecha citada. Tanto Pérez de Tolosa como Villegas estaban vivamente interesados en explorar el país de los cuicas, ansiosos de encontrar oro y ampliar su empresa colonizadora. Ruiz de Vallejo recorrió de uno a otro extremo la tierra de los cuicas, en la que halló poblaciones de cierta magnitud, hizo amistad con más de ciento cincuenta caciques, pero no encontró los grandes yacimientos auríferos que esperaba, sin embargo, al regresar al Tocuyo, impresionó a Villegas con sus relatos, al punto de que el propio Villegas salió con Ruiz de Vallejo en una segunda expedición, en 1549, mas a pesar de la diligencia puesta en la búsqueda de oro, nada hallaron y retornaron a su base.

Desde los viajes de Ruiz del Vallejo y Villegas se mostró la inclinación de los españoles por fundar una ciudad en el país cuicas, pero no llega a cristalizar sino en 1557. El año anterior se hicieron todos los preparativos para enviar una expedición y ésta es puesta en manos del bravo capitán extremeño Diego García de Paredes (1509-1563).

La Gobernación de Venezuela para la fecha en que ha de salir Paredes del Tocuyo, la habían asumido los alcaldes Gutierre de la Peña y Melchor Grubel, quienes dan las instrucciones precisas al expedicionario. Al cabo de ocho meses, más o menos, se da remate a la obra, por ello se indica el mes de octubre como el de la fundación de Trujillo, asignándose como día el 9.

Trujillo es en el país de los cuicas la primera fundación y asimismo en la Cordillera de los Andes venezolanos. La cronología de estas fundaciones es como sigue: Trujillo, por Diego García de Paredes, el 9 de octubre de 1557; Mérida, por Juan Rodríguez Suárez, el 9 de octubre de 1558; San Cristóbal, por Juan de Maldonado, el 31 de marzo de 1561; y, El Espíritu Santo de la Grita, por Francisco de Cáceres, el 22 de abril de 1576. Trujillo es la primogénita de los Andes.

EL PRIMER ESTABLECIMIENTO ocurre en el valle de los escuqueyes – 1557- bajo el nombre de NUEVA TRUJILLO, puesto por el fundador Diego García de Paredes en recuerdo de Trujillo de Extremadura, su lar nativo en la España conquistadora. García de Paredes designó las autoridades para el desenvolvimiento político-administrativo de la urbe y asignó las primeras encomiendas. Se escogió el sitio para la sede del cabildo y el lugar en donde debía levantarse la iglesia. Hecho esto salió para El Tocuyo a dar cuenta de la fundación.

El establecimiento duró poco, pues los españoles que constituyeron el núcleo inicial de población, abusaron de la confianza de los cuicas, se apropiaron con violencia de sus bienes y los despojaron de sus mujeres, ante tales excesos los indios se rebelaron y arrasaron la ciudad.

El mariscal Gutierre de la Peña Langayo, Gobernador y Capitán General – interino- de la Provincia de Venezuela, encargó al capitán Francisco Ruiz la pacificación de los naturales de la región y la repoblación de la ciudad fundada por García de Paredes. Ruiz cumplió su cometido y restableció a Trujillo en el mismo lugar, pero con otro nombre: MIRAVEL, esto fue en 1558. El fundador inicial García de Paredes, le restituye el nombre de TRUJILLO en 1559, y en homenaje al Gobernador en turno de la Provincia de Venezuela, la llama TRUJILLO DEL COLLADO, y la traslada, el 1560, a las fértiles campiñas del río Boconó, en donde la denominarán TRUJILLO DE SALAMANCA. En 1564 los vecinos abandonan los hermosos contornos del Boconó para situarse, con el nombre de TRUJILLO DE MEDELLÍN, en Sabana Larga también llamada Sabana de Carvajal, en donde hoy está La Cejita. Después con el mismo nombre, Trujillo de Medellín, cambia para el sitio La Guaca, en las riberas del río Motatán. En 1569 se asienta en tierras de Pampán. Y por último los trujillanos se ubican en el valle de los Mucas, en las orillas del río Castán y de la quebrada de Los Cedros. Es el año de 1570. TRUJILLO DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ, es la denominación que se hará definitiva para la urbe. El establecimiento correspondió a los alcaldes ordinarios de la ciudad don Diego de la Peña y don Juan de Segovia, y a los regidores don Juan de Bonilla y don Francisco Terán. El cabildo se instala el 27 de octubre del mentado año 1570, fecha de tanta trascendencia para los trujillanos como el 9 de octubre de 1557, nacimiento de la Trujillo primigenia y fecha, igualmente elegida por los patricios de 1810 para proclamar la independencia de la provincia.”
(Fin del relato de Don Mario).


El hermano Nectario María, en la obra ya citada con anterioridad, se pregunta:

¿Qué motivos tuvieron los trujillanos para el traslado de 1569?

“En ninguna parte de los documentos estudiados hallamos alusión alguna sobre el particular; pero lo que aparece evidente es que para éste traslado estuvieron todos de acuerdo, muy distinto de lo ocurrido en los anteriores, cuando los ánimos estaban completamente divididos y pugnaban unos contra otros. Posiblemente que, como dice Fray Pedro Simón, por ser el asiento de Pampán “tierra húmeda y caliente” (Séptima noticias historiales Nº 4, edición de 1625, pagina 592); esta circunstancia fuese el móvil principal de la última mudanza de la ciudad de Trujillo.

Sobre este ultimo traslado hace ya muchos años que recogimos una leyenda que nos permitimos citar, auque no estamos ciertos de su autenticidad, pero que pone de relieve la excelencia del clima del actual asiento de la ciudad de Trujillo.

Los comisionados del Cabildo para elegir el asiento de TRUJILLO DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ, vieron en la quebrada Los Cedros unas chozas de Aborígenes y observaron que sacaban a solear a un anciano que por su grande longevidad no podía caminar ni tenerse en pie. Extrañados, preguntaron por su edad: “LA DE ESTE CEDRO”, contestó otro anciano, nieto del primero, y, al fijarse en el árbol señalado, observaron que era tan corpulento que no dudaron que aquel indio tuviese una longevidad asombrosa.

Además se dieron cuenta de que los descendientes de aquel indio, allí presentes, abarcaban hasta la sexta o séptima generación.

Asombrados de lo que veían en aquella familia indígena, cuya edad señalaba un cedro que plantaban el día del nacimiento de cada hijo, pensaron con razón, que aquel lugar gozaba de excepcionales condiciones de salubridad, ya que los indios que allí vivían llegaban a tan avanzadas edades, y resolvieron mudar allí el asiento de la ciudad.

Al cortar después el cedro correspondiente al indio más anciano, por los círculos anulares que contaron, coligieron que tenía unos doscientos años de existencia.

Ciertamente que las condiciones climatológicas de Trujillo son de las mas saludables de Venezuela, como claramente lo evidencia el crecido porcentaje de personas de avanzada edad que viven en aquella población”.

Cordialmente: Rafael Ángel Terán Barroeta.