En los tiempos coloniales, concretamente el día 31 de diciembre de 1777, el Obispo de Caracas: Mariano Martí, en el Palacio Episcopal de la ciudad de Trujillo, dicta la providencia 30 Item, que tomada de su obra: Documentos relativos a su visita Pastoral de la Diócesis de Caracas (tomo V, pagina 257). Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela. Academia Nacional de la Historia. Caracas 1999; dice textualmente lo siguiente:
“Por cuanto se halla introducido el abuso de vestir las mujeres el traje o vestido llamado capa, tan propio de los hombres, como que hasta ahora ellos solos lo usan; y andan por las calles con dicha capa las mujeres equivocándose con los hombres, de manera que asemejados unos con otros, pueden fácilmente acercarse sin que éstos se les impida, ni que menos se repare la diversidad de sexos; y que por si sola y por el rubor y modestia están siempre separados y en todo caso no faltaría alguna persona celosa que impidiese la tan peligrosa proximidad de hombres con mujeres; por tanto ordenamos y mandamos que ninguna mujer use en público, ni ande por las calles con capa, y que si no obstante este nuestro mandato, pasase adelante este abuso, requiera nuestro vicario y exhorte al Teniente Justicia Mayor de esta ciudad para que ponga presa a la mujer que así se atreviere a andar por las calles públicamente con este vestido: y mandamos bajo la pena de excomunión que ninguna mujer entre a alguna de las iglesias con ese traje, para que de esta manera se quite toda ocasión de pecar, no solamente en plazas, calles y otros parajes, sino principalmente dentro de los sagrados templos”.
Hoy en día, nuestra iglesia, ha evolucionado en las normas, y los fieles pueden usar sus trajes con apego a la moda y costumbres de cada época. Aquello quedó en el pasado, quedó para la historia; como deben quedar todos los enfrentamientos fraticidas que ocurrieron en épocas, también pasadas de nuestra historia patria.
Que Dios todopoderoso, guíe a nuestro pueblo por los mejores caminos, para alcanzar el bienestar colectivo, la tranquilidad, la perfecta convivencia social y la erradicación de las enfermedades, del hambre, de la inseguridad personal y la confrontación.
…El historiador: Don Arístides Rojas, en su obra Leyendas Históricas de Venezuela, Primera Serie. Imprenta de la Patria. Caracas. 1890. paginas 48 y 49; refiere textualmente:
“Cuando Bolívar visita a Caracas en 1827, entra a su cuna natal como un potentado y a poco sale como un viandante. Todo el delirio y entusiasmo de la población caraqueña por el Libertador y creador de cinco repúblicas, se había disipado, apoderándose de los espíritus el más completo indiferentismo. Bolívar deja a Caracas, acompañado solamente de sus edecanes. Al pasar por el puente de la Trinidad, Bolívar llama la atención del Coronel Ferguson, y le exclama:
-Recuerda usted, Coronel, los primeros días de mi entrada a Caracas ?
-Jamás había presenciado entusiasmo semejante contesta el edecán.
-Hoy salimos como derrotados, repuso Bolívar, y agrega: “TODO ES EFÍMERO EN ESTE MUNDO”.
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Fotografía tomada de:
CARLOS DUARTE. Historia del Traje durante la Epoca Colonial Venezolana. Graficas Armitano. 1984.
